Eduardo Campoy

"Sin retorno": el milagro de hacer cine independiente con sentimiento

19-VI-02

En el mismo fin de semana en que "Spiderman" llega a los cines españoles, se estrena también una opera prima muy especial, "Sin retorno" (No turning back) dirigida por dos españoles residentes en Los Angeles, Julia Montejo y Jesús Nebot. Ganador el año pasado del Premio del Público en el Festival de Cine Español de Málaga y muy recientemente del Premio ALMA a la mejor producción independiente latina en EEUU, además de otra decena más de galardones en diferentes certámenes, este drama basado en hechos reales espera repetir el éxito de otras cintas de modesto presupuesto y sin figuras en las que ha funcionado el "boca a oído". Al menos así lo piensa su co-productor, Eduardo Campoy.

Nebot y Montejo explicaron este miércoles en Madrid que su cinta se rodó en sólo cuatro semanas en Los Angeles, con un presupuesto mínimo (600.000 euros, que con los gastos de lanzamiento se elevan a cerca del millón), y con el objetivo de contar una historia realmente acaecida, la de un emigrante hondureño sin papeles que accidentalmente atropella a una niña y debe huir con su propia hija de la policía, sin caer en los estereotipos del cine norteamericano, con buenos y malos.

Julia Montejo, que había estudiado periodismo primero y luego cine en Estados Unidos, no pude encontrar financiación en España "ni para hacer un corto". Casualmente conoció al actor cántabro Jesús Nebot, quien tras trabajar en Latinoamérica se había afincado en Los Angeles, donde fundó su propia productora, Zokalo.

"Pude hablar por teléfono con Eduardo Campoy -recuerda Nebot- y le dije que teníamos el dinero para hacerla a falta de un co-productor español, lo cual no era verdad, porque entonces no teníamos nada. El confío en la historia y nos permitió rodarla". Añade el cineasta que cuando en EEUU buscaron financiación les llamaban locos por querer contar cómo un "ilegal" que atropellaba a una niña era perseguido por la policía, pero que él insistía en que la base real del suceso era un vehículo perfecto para hablar de una situación: "Tiene elementos sociales, pero no exáctamente políticos, porque narra vivencias humanas, y habla de tolerancia y comprensión".

"Esta experiencia -afirma por su parte Campoy- demuestra que para un nuevo director español es lo mismo filmar en Los Angeles que en Almería o Malasaña (un barrio madrileño), e incluso hacerlo por menos dinero que aquí".

Jesús Nebot, ya con cinco años de residencia en Estados Unidos, donde ha trabajado sobre todo como actor (también es el protagonista de "Sin retorno", al lado de la niña Chelsea Rendon, Lindsay Price, Vernée Wastson Johnson y Susan Haskell), cree que los latinos en Estados Unidos "son conscientes de que a pesar de sus diferencias deben unirse, y si la industria de Hollywood les da la espalda a pesar de su importancia creciente en la población norteamericana, deben organizarse para hacer sus propias películas".

El productor, guionista, realizador e intérprete de "Sin retorno", y Montejo consideran que su opera prima puede abrir las conciencias hacia el fenómeno de la emigración: "No se puede llamar ilegal, que en EEUU es casi sinónimo de "criminal" simplemente a alguien que ha sufrido en su país un huracán como el Mitch, que dejó sin hogar a buena parte de la población hondureña, y que emigra en busca de un futuro mejor para su hija".

Con una buena acogida en su primer pase de prensa, "Sin retorno" llegará este viernes al público español, esperando que esta historia humana, definida por un crítico norteamericano como "una poderosa "road-movie" al estilo de "Thelma y Louise", pero con toda la magia y el encanto de "La vida es bella", toque su fibra sensible y se convierta en el éxito sorpresa de la temporada.
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Leo Sbaraglia

Vicente Aranda: "Mi 'Carmen' será la primera mujer fatal, sin pudor"

18-VI-02

El rodaje no empezará hasta septiembre, pero Vicente Aranda ya tiene las cosas muy claras respecto de su próxima película, "Carmen", en la que explota de nuevo una reciente veta creativa, la del cine de época, tras el éxito -que confiesa le ha desconcertado un tanto- de su último trabajo, "Juana la loca". El personaje de Merimé es probablemente la fémina más veces retratada por el cine, pero Aranda -quien dispone de una andaluza como Paz Vega para incorporarla- cree que todavía no se ha logrado desvelar a la auténtica "Carmen". "No se la ha tratado como una mujer, sino como una alcachofa", asegura el realizador, para el que esta bailarina que manipula a los hombres que la rodean y cortejan "es la libertad, la rebeldía".

Esta nueva "Carmen" no tiene su reparto cerrado, pero si se sabe que dos de sus principales intérpretes serán Paz Vega y el argentino afincado en España Leonardo Sbaraglia. "El tercer personaje principal seguramente será un actor francés, ya que habrá coproducción francesa", adelanta Aranda.

Aunque el veterano realizador, uno de los más atrevidos del cine español al llevar el sexo al cine, en películas como "Amantes", "Si te dicen que caí", "El amante bilingüe", "La pasión turca", "Libertarias"... , no quiere adelantar detalles sobre el contenido erótico de su próxima película, subraya la "falta de pudor" de su personaje central, con una Paz Vega que nos ha demostrado no ser parca a la hora de lucir sus encantos (Véase "Lucía y el sexo"...).

Vicente Aranda pretende más allá de este aspecto, situar a "Carmen" en su autenticidad, la de una buscavidas en un momento histórico muy difícil. "Después de la Guerra de Independencia -afirma- se vivió una de las etapas más tristes de la historia de España, en la que no se podía ser otra cosa que bandido o ladrón, por pura supervivencia. Las circunstancias te impedían ser honesto, y desde luego Carmen no lo era".

"No será la Carmen de España, ni la de Bizet. Quizás un poco la de Merimé, pero sobre todo la de Aranda", resume el realizador barcelonés.

Cuando termine su próximo proyecto, Aranda no abandonará el cine de raices históricas, ya que prepara una versión del clásico catalán "Tirant lo Blanc", un relato de caballería y aventura escrito por Joanot Martorell. Afirma que sigue muy interesado en contar historias relacionadas con la Guerra Civil, pero cree que existe un rechazo social hacia el tema, por otra parte en su opinión poco tocado por el cine español.
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También apareció como actor

Pérez Prado, su Mambo y el Cine mexicano

14-VI-02

México no olvida a un cubano universal, un revolucionario de la música popular cuyos ritmos siguen hoy, cerca de medio siglo después, atrayendo a las masas. La Cineteca Nacional celebrará el próximo martes 18 a las 17,00, dentro de su serie de "Charlas de Café", una sesión dedicada al compositor y director de orquesta Dámaso Pérez Prado y el Mambo en el cine mexicano, a cargo de Leopoldo Gaytán Apáez . Nacido en Huitzuco (Guerrero) en 1959, este periodista y estudioso ha colaborado en los matutinos Excélsior y La Jornada,en la revista Bembé y en el Programa Mensual de la Cineteca Nacional.

Pérez Prado -según la introducción de Gaytán Apáez llega a México en noviembre del 48, procedente de Cuba. Al frente de una orquesta de formato parecido al de las grandes bandas, propone entre otras cosas una nueva forma de dirigir a la orquesta. Pérez Prado hace a un lado la formalidad de Luis Alcaraz y la solemnidad de Arturo Nuñez; Prado suda, baila, se contorsiona y a patadas y gritos guturales, lleva a la orquesta a moverse al compás de su propio ritmo; y ante este fenómeno el cine, que ante todo es un negocio, lo busca para proponerle musicalizar varias películas, así sus frenéticos mambos aparecen en films como "Coqueta", "Perdida", "Aventurera", "Pobre corazón", "Victimas del pecado", "Del can can al mambo", "El dengue del amor"... en fin, más de 50 películas en solo cuatro años.

Si bien es cierto que en el cine mexicano y en la sociedad capitalina ya se bailaban otros ritmos afrocaribenos como el danzón, la rumba, el son y el bolero, por citar algunos, es a finales de los años cuarenta cuando en la sociedad mexicana irrumpió de manera sorpresiva el arrollador ritmo del mambo. Ello no es gratuito: en el ambiente del momento y por las políticas gubernamentales se respiraban supuestos aires de modernidad, de cierta prosperidad económica. Para esa modernidad y a falta de un ritmo propio que le diera identidad, (la comedia ranchera había quedado en la década pasada) la ciudad adoptó y se adapto inmediatamente al sonido que reflejaba el momento de optimismo que vivía la población capitalina. Dámaso tuvo la virtud de traducir en música bailable el diario acontecer urbano, el mambo es el rostro urbano de la posguerra, ese ritmo es la imagen de una década en que las propuestas musicales parecían agotarse. El mambo es en ese momento el anticipo latino del escándalo bailable y sensual por el que posteriormente transitaría el anglosajón ritmo del rock and roll.

Con la llegada del mambo a la pantalla, el acontecer fílmico se fortalece, ante un cine que mostraba ya síntomas de decadencia, la música de Pérez Prado supo darle a la cinematografía nacional, y no pocas veces a la internacional, una nueva imagen llena de frescura y vitalidad, esa imagen fue la contraparte del recurrente molde que presentaba la anacrónica comedia ranchera. Ante la inevitable presencia de un folklore petrificado en constantes repeticiones, Prado opuso un ritmo inagotable, un ritmo fresco alegre y sensual, que además logró conjuntar a públicos de diferentes generaciones como eran los añorantes porfirianos y hasta los modernos estudiantes tanto del politécnico como de la universidad.

Además de darle rostro y cuerpo a la cinematografía nacional, la música de Pérez Prado también dio identidad a los personajes urbanos del México de finales de los cuarenta y principios de los cincuenta. Sus frenéticos mambos ubicaron de manera ejemplar a los nacientes sectores de la sociedad, ya no se escuchaban las canciones rancheras que evocaban la provincia: ahora la música hablaba de ruleteros, de secretarias, de telefonistas, de estudiantes, de locutores y hasta de periodistas que buscaban un lugar dentro de la naciente sociedad urbana.
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Otra imagen de la presentación

Utópico regreso de María Ripoll al cine español

14-VI-02

"Utopía" es el título de la nueva película de la directora española María Ripoll. Para la presentación del inicio de rodaje compareció este viernes en Madrid acompañada de los actores principales: Leonardo Sbaraglia, Tcheky Karyo, Najwa Nimri y Fele Martínez. Para Ripoll, se trata de un regreso al cine español después de su experiencia norteamericana -aunque de temática latina- en "Tortilla soup".

La cineasta comenzó explicando que "con esta película quería alejarme un poco del género romántico". "Utopía" es un "thriller" que cuenta la historia de un joven llamado Adrián, interpretado por Leonardo Sbaraglia, y que lleva años huyendo de sí mismo, cambiando continuamente de ciudad y trabajo y que busca relacionarse lo menos posible con la gente. El motivo es que Adrián posee la capacidad de ver cosas que todavía no han ocurrido. "Mi personaje vive un infierno porque no puede cambiar el futuro", comentó el joven actor.

Ángela es la hija única de una familia de la alta sociedad española que cortó toda relación con su familia y un buen día decidió irse a trabajar de cooperante a Bolivia, lugar donde entra en contacto con un grupo mitad secta y mitad guerrilla. Najwa Nimri será Ángela, quién afirmó que esta cinta no se trataba de la típica película "chica busca chico", pero que sí contendrá elementos de amor. La actriz añadió que "el amor es menos carnal y más bien real".

Ripoll corroboró las palabras de Nimri diciendo que "Utopía" es "una historia de amor, pero hay muchos más elementos que componen este thriller".

Hervé, interpretado por Tcheky Karyo, es un ex-policía especializado en interrogatorios, que se vió obligado a dejar su profesión después de sufrir un atentado en el que perdió a su mujer e hija, además de su vista. Ahora se dedica al rescate y desprogramación de personas captadas por sectas. Su último encargo le da la oportunidad de ponerse en contacto con el chico que le avisó de que iba a sufrir ese atentado. Karyo reveló que su personaje "está obsesionado con su pasado" y añadió que que la película a su parecer "habla del tema de la fraternidad".

La cinta se rodará entre Madrid y Salamanca. La capital española será el lugar donde los tres personajes se encuentran, unidos por el destino de una asociación llamada "Utopía".

María Ripoll dijo que su película "es una mirada crítica a todas las organizaciones manipuladoras, como lo son las sectas", pero aclarando que "Utopía" " no es un grupo ambicioso y es menos manipulador que otros y se encarga de enseñarte a ver más allá".

La historia también contará con efectos especiales para subrayar lo misterioso del don de ver el futuro que tiene Adrián. "Habrá efectos especiales, pero seguirá siendo más bien una película real", dijo la cineasta española. Leonardo Sbaraglia a su vez piensa que "podrían existir personas con este don", ya que "hay un mundo que no vemos porque estamos limitados por nuestro aprendizaje y cultura", llegando a la conclusión que "uno no puede ver más, de lo que nos dejan ver".

La directora afirmó que su nuevo proyecto "no es un "thriller" político", y finalmente comentó que "estamos consiguiendo un buen trabajo, ya que todos mostramos ganas y colaboración". Y a partir de este punto se mostró misteriosa y no quiso decir más sobre el film. "No quiero revelar demasiados detalles", concluyó.
© Ursula Albrecht-NOTICINE.com
Cartel de La colmena

Falleció José Luis Dibildos, nombre clave del cine español en los 60 y 70

13-VI-02

Ha quedado instalada en el Tanatorio de la M-30 madrileña desde primeras horas de la mañana de este jueves la capilla ardiente del productor y guionista José Luis Dibildos, fallecido de un ataque cardíaco en la tarde del miércoles, y son numerosos los profesionales del cine español que la están visitando, antes de que en la mañana del viernes sea enterrado en el cementerio de La Almudena. Casado con la actriz Laura Valenzuela y padre de la también actriz y presentadora Lara Dibildos, el cineasta había nacido en Madrid hace 73 años. Aunque llevaba más de quince años sin producir, Dibildos había sido homenajeado recientemente por partida doble, primero por la Semana de Cine de Valladolid (1998) y el año pasado por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, que entregó un Goya honorífico.

Profesional de la gran pantalla desde 1950, como escritor, creó seis años después su propia productora, Agata Films, con la que financió guiones propios y ajenos. La comedia "Los tramposos", la cinta de Carlos Saura "Llanto por un bandido" y la coproducción con Francia "El tulipán negro", protagonizada por Alian Delon, fueron algunos de sus primeros éxitos. Las comedias más o menos sociales, que describían en un tono costumbrista y amable la evolución de la sociedad española en los años 60 y 70 constituyeron su especialidad: "Las que tienen que servir", "Españolas en París", "Tocata y fuga de Lolita", "Mi mujer es muy decente, dentro de lo que cabe"...

Sin embargo, no todo fue búsqueda de comercialidad fácil en la carrera de Dibildos. Su cine recibió el calificativo de "Tercera vía", como intento de enfrentarse con inteligencia a la censura y buscar el interés popular permitiendo a la vez entrar en la industria a jóvenes directores algunos claramente contrarios al régimen franquista. En la etapa final de su labor escribió con Cela y produjo la adaptación de su novela "La colmena", dirigida por Mario Camús, que fue premiada en la Berlinale. "A la pálida luz de la luna", de González Sinde, fue en 1985, su último trabajo, tras lo que se dedicó a gestionar la venta a televisiones de los derechos de sus cerca de 40 películas como productor.
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